¿Estás recibiendo retroalimentación? ¿La estás procesando e integrando?
En ocasiones, no es fácil recibir retroalimentación, pero si no la estás recibiendo, te podrías estar perdiendo del regalo. Muchas veces recibir el mensaje no es cómodo. Ante esto, te recomiendo no entrar en discusiones o tratar convencer a la otra persona de que está equivocada. Y agradece el regalo.
Recibir e integrar la retroalimentación
Durante la conversación solicita que te den ejemplos específicos y acciones concretas para mejorar. Por lo general, respondemos de inmediato, en negación, cerramos el espacio de comunicación y nos perdemos del regalo de la retroalimentación.
También es importante tomar distancia y tiempo para procesarlo (al menos 24 horas); eso te ayudará a verlo de manera más objetiva y a tomar acciones que te beneficiarán a largo plazo.
Discutir y contradecir a la persona que te lo está dando no añade ningún valor a la situación en el momento. Si crees que no es una retroalimentación objetiva o justa, las 24 horas de procesamiento te van a dar tiempo de reflexionar sobre los ejemplos concretos.
Posteriormente, conversa con miembros de tu junta de asesores, específicamente mentores o personas del círculo de confianza, para obtener una perspectiva objetiva y consejo sobre cómo abordar el tema de forma efectiva. ¡Escucha atentamente!
El día que no manejé bien una retroalimentación
Compartiré una historia que no me hace sentir orgullosa de mi reacción en el momento que se dio (al final les cuento que haría si fuera hoy). Estoy segura de que leer sobre mi experiencia puede ayudarles, y contiene un buen aprendizaje sobre mis inicios como gerente.
Después de mi primer año como gerente, obtuve un 100% en los resultados de la encuesta para gerentes. Mi equipo estaba feliz con mi gestión y yo también. Por supuesto, estaba orgullosa de mis resultados y lista para mi revisión anual de desempeño.
Mi jefe de ese momento me felicitó por los resultados del equipo y agregó: “el problema es que te estás comportando como mamá”, defiendes a tu equipo, a “capa & espada”, y sólo ves lo positivo, tienes que ayudarlos a crecer mostrándoles sus áreas de mejora.
Me enojé mucho con su comentario. Le indiqué de inmediato, que era un comentario machista porque a un compañero no le diría que parecía papá. Después de esa conversación llamé a una de mis mentoras de mi Junta de Asesores para pedirle su perspectiva…
En ese momento, ella se puso el sombrero de “scolder” y me dijo: «No estás entendiendo el punto, en lugar de concentrarte en la palabra “mamá”, que usó incorrectamente, concéntrate en su buena intención de ayudarte a crecer».
Fue difícil de digerir, pero rápidamente aprendí que yo estaba tan enfocada en las fortalezas del equipo que no los estaba ayudando a crecer. La retroalimentación, ¡es un regalo!
¿Qué haría diferente si hoy recibiera esa misma retroalimentación en el trabajo?
Si fuera hoy, me lo tomaría con una perspectiva muy diferente, partiendo de la buena intención del jefe, quien hoy, aunque no está en la empresa, es un buen amigo. Hoy plantearía preguntas de forma curiosa para entender mejor su preocupación y montar un plan de acción inmediato.
En fin, la vida es vida, y si tomamos las cosas con curiosidad y aprendemos a darle la bienvenida a la retroalimentación, sin dejar que las emociones dirijan nuestras reacciones, le sacaremos mejor provecho a las situaciones.
Para quienes batallan con recibir retroalimentación, les recomiendo un par de libros que pueden serles de mucha utilidad:
- “Los Cuatro Acuerdos” de Miguel Ruíz.
- Nonviolent communication de Marshall Rosenberg.
Advertencia: usa tu criterio. En ocasiones lo apropiado es responder en el momento, sin embargo, lo cortés no quita lo valiente. Nada está escrito en piedra. Espero que te sirva la reflexión y si tienes alguna historia o perspectiva que compartir, ¡bienvenida!
Un espacio para aprender a recibir retroalimentación y alcanzar tus metas
Si, además de la gestión de la retroalimentación, tienes otros retos que podrían impedirte lograr la próxima promoción en tu trabajo o alcanzar metas de carrera profesional, pero sientes un gran compromiso con ser un líder de alto rendimiento, mi programa “Expande Tu Potencial” te será de gran ayuda.
Si te gusta la idea de iniciar este proceso que suma sesiones semanales de coaching y un curso virtual con la metodología que convirtió mi libro en bestseller. Escríbeme a info@karlablanco.com para que agendemos una reunión virtual y comiences a tomar acción alineada con tus objetivos más ambiciosos. ¡Será un honor acompañarte y verte concretar metas de forma acelerada! Es un método comprobado.